jueves, 17 de febrero de 2011


Detenidos en el tiempo
Como en los personajes de Alejo Carpentier en su novela “Los pasos perdidos”, todavía hay gobernantes en activo y semirretirados, que intentan drogar a sus pueblos con ideas, vocabulario y temas hundidos en el pasado. A ellos les sirven para mantener a su gente con el miedo en el cuerpo, haciéndoles sentir el peligro de una tercera y definitiva guerra mundial o el inminente ataque del “imperio” a su nación, o los seguros complots que los poderes fácticos preparan contra la revolución.
El que todavía manda en Cuba, Fidel Castro Ruz, se olvidó, por ejemplo, de que la Unión Soviética ya no existe y por lo tanto tampoco hay soviéticos. Vive en el pasado, habla de guerras imaginarias, de ataques a la revolución; de todo menos de los problemas en los que vive la Perla de las Antillas (¿?) Eso es mejor no tocarlo.
¿Es justo que un pueblo digno y entusiasta, culto y dinámico, viva en el ostracismo en pleno siglo XXI, sólo porque dos hermanos no quieran reconocer que el sistema fracasó, que así no se llega a ninguna parte, que los sueños, sueños son y poco más?.El orgullo de los hermanos Castro, la incapacidad o terror de reconocer su equivocación, tienen a un pueblo sumido en la miseria, en la desgana, en el abandono y en la corrupción, sí, también en eso.
Les vendría muy bien a los hermanos Castro escuchar a su colega del Uruguay, izquierdoso él, antiguo guerrillero, pero al que los años y la experiencia política, le han enseñado que no se pueden hacer ensayos en esos temas y que el pragmatismo vale mucho en política de estado.
Recién se da cuenta Raúl que hay muchos, muchísimos (al parecer casi todos los cubanos) que viven del Estado y sin trabajar. Y ya no hay arcas que aguanten tanto despilfarrro. Afirmó hace unos días que el mundo entero cree que en Cuba se vive sin trabajar y que eso se terminó. Tarde te enteras, amigo Raúl.
¿No sería mejor para Cuba y los cubanos que sus mandatarios se pusieran a pensar qué habrán hecho mal para que hayan llegado a esa situación? Pero es más fácil decir y repetir día tras día y discurso tras discurso que la culpa es de EEUU, que la revolución está amenazada desde dentro por los mercenarios del imperio… y por eso los tiene en la cárcel.
Y todavía hay ilusos por el mundo que alaban el gran esfuerzo que la revolución cubana ha hecho en educación, salud y deporte…., es decir, en temas que, politizados al extremo, sólo han servido para vender a buen precio su revolución. Y si no que se lo pregunten a los venezolanos.
Hay médicos ecuatorianos excelentes en Chile, en EEUU, en España… pero la revolución cubana envía su ciencia y su cultura médicas a todo el mundo, envueltas en verde olivo, como único medio para que lleguen los dólares a las escuálidas arcas del estado comunista.
Y mientras socialistas de la talla de Felipe González afirman que de lo que se trata es de mejorar el sistema de comercio, ellos y otros acólitos, regresan al pasado que no volverá y dedican todas sus energías en destrozar el sistema empresarial y económico de sus países y la iniciativa privada, dicen que para empezar de cero…

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