sábado, 26 de noviembre de 2011

Un sucio control abortado a tiempo…por ahora

La noticia se corrió como pólvora prendida. Se presentó en la Asamblea y se rasgaron las vestiduras, esta vez con razón, algunos de los que sabemos estuvieron siempre comandando políticamente la educación.

Pero la cosa no era para menos. Un asesor de la ministra de Educación, de nombre Oswaldo Redrován Samaniego, dicen que fue el autor de la circular y la encuesta en la que se pretendía conocer la ideología política de los centros educativos fiscales, de sus autoridades y dirigentes estudiantiles, así como su grado de afinidad con “el proceso”.

Descubierto el pastel, dicho asesor fue desautorizado y apartado del cargo. Concediendo el derecho a la duda o a la buena fe del Ministerio y de su ministra, no queda más remedio que hacerse preguntas como: ¿quién nombra los asesores?, ¿puede la ministra elegirlos?, ¿qué intenciones o metas hay en los cuadros gubernativos?

Si fuera cierto que la circular es responsabilidad del asesor, que sí llegó a ciertas provincias y, por supuesto a algunas instituciones, ¿por qué parece leerse en el segundo párrafo que: “Como es de vuestro conocimiento, entre las prioridades planteadas por el señor Presidente, se ha solicitado realizar un mapeo de autoridades y dirigentes estudiantiles de los colegios fiscales”? ¿Podrá un asesor tomarse esas atribuciones?

Pero no todo termina ahí. El asambleísta Jorge Escala dice que tiene un oficio, 423-DI-SCE-2011 del 3 de octubre con origen en la Subsecretaría de Calidad Educativa del Ministerio de Educación, ordenando la colocación de cámaras de video en las instituciones educativas para controlar la labor de maestros y estudiantes. Se nombra a la empresa que lo hará: “Habitus”.

Y de nuevo nos asalta la duda sobre las verdaderas intenciones de todo esto. Nunca estuvimos de acuerdo con la influencia que el MPD tenía y sigue teniendo en algunos establecimientos y que llevó a politizar a centros y a estudiantes. Pero tampoco podemos estar de acuerdo con esto que se va conociendo. El control de los maestros con intenciones políticas es inadmisible desde todo punto de vista.

Otro juicio para ablandar voluntades

La noticia del juicio de los 40 millones y tres años de cárcel ha recorrido el mundo. Nadie lo entiende ni se imagina cómo puede darse tal aberración. Los defensores del mismo dicen que eso es lo que vale la honra del deshonrado.

En estos días asistíamos a otro que también se siente ofendido en su honor y que, como fruto de tal injuria calumniosa, dice que es señalado con el dedo como ciudadano que se ha enriquecido ilícitamente.

Se habrá puesto a pensar cuántos dedos habrán señalado a las víctimas de las cadenas que ellos preparan y cuántas amenazas públicas habrán recibido? ¿Qué monto deben pedir esas personas para lavar su honor o resarcirse de tales injurias?

Como alguien decía, la cosa no es para juicio; basta con que el interesado declare bajo juramento cuánto facturaron sus empresas durante los tres años anteriores a este gobierno y cuánto facturaron durante los tres primeros años del gobierno al que sirve. Eso es todo. Para bañarse en salud no hace falta juicio; el país le creerá.

No sabemos el porqué no ha enjuiciado a Joffre Campaña cuando expresó en una entrevista con Jorge Ortiz en Teleamazonas que el aludido “es el funcionario más próspero del gobierno”. Tampoco lo ha hecho con Fabricio Correa por haber dicho en el mismo canal que el difamado gana 12.5 veces más que hace dos años sin ir a su oficina a trabajar.

La prensa comenta que el jefe máximo dijo al llegar al juzgado “todos para uno y uno para todos” Naturalmente, los amigos del ofendido eran muchos más que los de la acusada. Como en el otro de los 40 millones.

Pero cualquiera se pregunta: ¿qué hacía el mandatario en un juicio de estos? ¿no tenía otra cosa que hacer? ¿cómo es posible que todo un Jefe de Estado se inmiscuya en la justicia pidiendo públicamente, frente a sus partidarios, que se castigue a la mentirosa? ¿será ese el comportamiento imparcial de un gobernante?

El ofendido pidió nada menos que 3 años de cárcel para su excompañera de gabinete y un monto de 250.000 dólares americanos. Una tontería. Una minucia si lo comparamos con el precio que tiene el valor del supuesto ofendido.

El juez ya sentenció: un año de cárcel y 100.000 dólares de multa. Pero el ofendido, envuelto en el increíble poder que tiene, ha sido magnánimo: perdona a la mentirosa y calumniadora. Así es de bueno el poder cuando el poder es total: primero acusa, amedrenta, juzga y sanciona para luego perdonar “sin interés alguno” (¿te lo crees?), o con la condición de que pida perdón en otros casos.

Posiblemente no interese tanto en estos juicios la indemnización y la cárcel cuanto el sembrar miedo, pánico, angustia y terror en la gente. Es decir, cuídate al decir o asentir en algo importante porque automáticamente se levantará una gran tormenta…. Y tú serás la víctima segura.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Encadenados

Una, dos, tres y cuatro cadenas ordenadas por el gobierno y fabricadas por los sabios en comunicación. Cuatro cadenas sin derecho a réplica porque en ellas, aseguran los autores, está toda la verdad y nada más que la verdad.

Cuatro cadenas para descalificar moral, social y políticamente a quienes osaron y osen opinar diferente o quejarse de los abusos de los que son objeto. Cuatro cadenas en las que sobran argucias, premisas falsas y medias verdades (peores que las mentiras cuando son manipuladas técnicamente) y faltan argumentos, razones y sinceridad en lo que se dice.

Nunca vi, en cuarenta años, cadenas como estas. Ningún gobernante, que yo recuerde, abusó tanto de los medios para lavarnos el cerebro. Nadie, desde el poder, humilló y descalificó a los ciudadanos como se hace con estas cadenas.

Se descalifica, se destruye públicamente al opositor o simplemente al que se quejó u opinó. Se amedrenta, se ablanda moral y sicológicamente hablando al que consideran enemigo; se deshumaniza al contrario y se provoca, sin querer queriendo, la ira y venganza pública contra los personajes objeto de las cadenas.

Se manipulan imágenes, palabras, intenciones, circunstancias momentáneas; se saca de contexto todo y se hunde a las personas. Se busca convencer a la audiencia obligada, que todos los que piensan diferente o se quejan, sirven a intereses económicos, a obscuros intereses, al “imperio”, en definitiva. Son las mismas razones que se escuchan en Venezuela, en Cuba, en Nicaragua y Bolivia….toda la culpa es del imperio y sus secuaces: la prensa corrupta y sus dueños.

Se dramatiza algún caso aislado que se lamenta no le admitieron su artículo, pero no se dice cuántos periodistas de El Telégrafo renunciaron cuando sintieron que su periódico no tendría nada de “medio público” sino de lo que es y todos sabemos.

En esas cadenas se observa cómo un ejército de reporteros, fotógrafos, camarógrafos persiguen física y sicológicamente a sus víctimas para provocarlas y poder llevar, a una nueva cadena, el gesto, la palabra, la actitud que los realizadores y jefes de las mismas, necesitan para seguir denigrándolas públicamente.

Y en todo esto podemos observar cómo se criminaliza la protesta pública, el derecho a la resistencia. Podemos sentir cómo se busca el sometimiento de todas las instituciones sociales, clasistas, étnicas; cómo se crean nuevas organizaciones clasistas de trabajadores, choferes, maestros…afines al gobierno. Cómo se divide, cada vez más y tan peligrosamente, a los ecuatorianos.

Me pregunto anticipadamente: ¿qué cadenas realizarán para quienes osen amenazar el triunfo del seguro candidato?. Les compadezco desde ya.

Para los que ordenan estas cadenas, para los realizadores y mentalizadores, les dejo este pensamiento de Dilma Rouseff, presidenta de Brasil: “No conozco otro control de los medios que el control remoto de la televisión.”

domingo, 6 de noviembre de 2011

Sueños napoleónicos.

Al cumplirse un año de la misteriosa muerte de Néstor Kirchner, Cristina ha inaugurado un mausoleo, “digno de algún emperador con sueños de eternidad.” que albergará los restos del expresidente de Argentina. Ocupa un espacio total de 625 metros cuadrados. Tiene dos plantas y dos entradas. Los visitantes sólo pueden observar el sarcófago desde arriba. Solamente la familia puede acercarse al centro del mausoleo. La construcción está hecha con materiales de lujo. Tiene 13 metros de largo por 15 de ancho y 11 de alto. Todo un monumento.

La historia reciente está llena de personajes que, llegados al poder, se convirtieron en “gastadores y extravagantes” de los dineros propios y hasta de los ajenos. Basta con echar una mirada por el continente africano, europeo y asiático.

En América se cuentan algunos, bastantes millonarios que hacen uso de su dinero como bien les parece. Algunos han sido motor de adelanto científico en computación, por ejemplo. No voy, en este momento, a realizar un juicio crítico sobre el origen legal o no de sus riquezas.

Pero también tenemos en la actualidad gente extravagante en gastos propios, seguramente, pero que, por estar en el pináculo del poder político, son el centro de las miradas y comentarios de propios y extraños.

La mujer más poderosa de Argentina, la presidenta Cristina Fernández, es un ejemplo palpable de lo que decimos. Según «The New York Post», Cristina no alcanza todavía la cifra de pares de zapatos que tenía Imelda Marcos, pero se aproxima. Se gastó 110.000 dólares en calzado durante su visita a la Asamblea General de la ONU. En total, compró, a razón de 5.500 dólares cada uno, veinte pares.

Sus paisanos conocen su debilidad y saben que consigue todo lo que se le antoja. Algunos de los sirvientes dicen que como viaja tanto, en su jet privado “Tango 01”, en sus hoteles y casas hay objetos de todo el mundo.

La señora Cristina Fernández es dueña de dos complejos hoteleros en Calafate, al Sur de Argentina: “Los Sauces, Casas Patagónicas” y “Alto Calafate”, ambos con la categoría de cinco estrellas. El primero es un complejo de cinco casas con 38 habitaciones de lujo. El otro, un imponente hotel con 110 habitaciones en 3 plantas.

Dicen las malas lenguas que el complejo “Los Sauces” fue construido frente a otro hotel, el de “la otra”, amante oficial de Kirchner durante años, según la prensa y el comentario de los que saben quién es quién en Argentina. Ese hotel, el de “la otra” se llama “Los Álamos”

En fin, que su patrimonio declarado ronda los 20 millones de dólares. Las apreciaciones de los entendidos hablan de que en 8 años de poder, el patrimonio de los Kirchner aumentó entre un 572 y 700%

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Desacato.

Cuando la duda nos acecha, tenemos el DRAE, guía segura y única para los hispanoparlantes.

Desacato.

(De desacatar).

1. m. Falta del debido respeto a los superiores.

2. m. Irreverencia para con las cosas sagradas.

3. m. Der. En algunos ordenamientos, delito que se comete calumniando, injuriando, insultando o amenazando a una autoridad en el ejercicio de sus funciones o con ocasión de ellas, ya de hecho o de palabra, o ya en escrito que se le dirija.

La tercera acepción es la que trae de cabeza a mandatario y ciudadanos. Desde el primero, la cosa está más que clara: la majestad del poder es intocable y el que ose menoscabarla sufrirá todo el peso de la ley. Y todos sabemos que “ese peso duro de la ley” se puede traducir en millonarias indemnizaciones y años de cárcel para quien tuvo el atrevimiento de injuriar a la autoridad y causarle un daño moral.

El ofendido querellante al que nos referimos dice que no está de acuerdo con esa figura –desacato- considerado como una injuria a la autoridad; opina y sugiere que se elimine. Por otro lado asegura no estar de acuerdo en que la autoridad esté revestida de más derechos que el común de ciudadanos. Pero, a renglón seguido, como suele decirse, afirma rotundamente que la prensa ha lanzado al mundo una mentira ya que el periodista no fue sentenciado por desacato sino por injurias graves al mandatario. ¿En qué quedamos? ¿Qué mismo es el desacato? ¿Qué cosa son injurias leves o graves al mandatario?

Todos tenemos derecho a la honra y todos podemos y debemos defenderla. Pero no hace falta ser muy conspicuo para darse cuenta que, a la hora del juicio, no todos tienen los mismos derechos o al menos no los pueden utilizar. El común de los mortales podrá ir a la audiencia de juzgamiento rodeado de militares, policías, francotiradores, amigos, autoridades, sirenas y carros… Hace falta ser un juez, de los que posiblemente no quedan, para atreverse, aunque sea en derecho, a contradecir la opinión del querellante rodeado de una parafernalia que asusta.

Las injurias son injurias para todos. La autoridad está expuesta, por el hecho de serlo, a la opinión airada y destemplada del pueblo cuando se siente pisoteado en sus derechos. El poder de la autoridad no lo recibió para blindarse contra la intemperancia del súbdito sino para defenderle al ciudadano.

El personaje público, el hombre público, el deportista, el artista… está expuesto al vaivén de la opinión y los gustos ciudadanos. Quien no quiera escuchar quejas, opiniones diferentes e incluso injurias, pues que no se meta a esos oficios.

No es fácil ser un funcionario principal de un país. Pues así como tiene fieles seguidores, también se topará con quienes no están de acuerdo con sus formas de gobernar, de dirigir, de tratar. Hay que ser muy maduro democráticamente para saber esto y vivirlo con la tranquilidad apropiada. La verdad no tiene dueño ni es una sola. Y no saber, no poder dialogar sin imponer; despreciar e incluso insultar a quienes no piensan como el jefe, es una falta clara de madurez democrática.

Por fin, nadie puede exigir respeto y veneración cuando, con sus actos y expresiones, no sabe respetar.

viernes, 12 de agosto de 2011

Cadenas y más cadenas…

Empecemos por enterarnos de algunas de las acepciones que la palabra cadena tiene en el DRAE.

1. f. Serie de muchos eslabones enlazados entre sí. Se hacen de hierro, plata y otros metales o materias.

5. f. Atadura inmaterial.

6. f. Opresión o poder absoluto.

9. f. Agrupación de emisoras de radio o de televisión que emiten uno o varios programas simultáneamente.

15. f. Cuerda de galeotes o presidiarios que iban encadenados a cumplir la pena que se les había impuesto.

16. Estar muy sujeto, oprimido y mortificado. (encadenados, en cadenas).

En algo creo estaremos de acuerdo y es que las cadenas, sean de oro, plata o acero…siempre encadenan, es decir, amarran. Encadenamos a ciertos animales por necesidad, encadenaban a los esclavos en la galera, y encadenan a muchos presos hasta, incluso, cuando van camino del patíbulo.

Pero hay cadenas o ataduras inmateriales que sofocan y amarran lo mismo que las materiales. Hay que romper las cadenas de la ignorancia, del abuso, de la opresión, de la tiranía… Son expresiones que repetimos cuando nos sentimos así, aprisionados, indefensos, atados, esclavos…

En la actualidad están de moda las cadenas. Y no me refiero exactamente a esas que cuelgan del cuello de muchas personas luciendo alguna insignia o símbolo de su agrado. Hablo de las cadenas de radio y televisión.

Creo que estas cadenas tienen que ver con la acepción 5 que habla de atadura inmaterial, pero que no deja de ser atadura, tanto como la que controlaba los pies del prisionero o el cuello de los esclavos.

Son ataduras y si lo son, llevan consigo la característica de la opresión, del poder que obliga a ver y escuchar lo que nos quieran decir y sin tener la capacidad ni física ni moral de responder…

Esas ataduras son malignas e indecentes porque nos atan en nuestra misma casa, penetran en nuestros hogares, violan nuestra intimidad…

Dichas ataduras siempre serán, aun en el más leve de los casos, señal de poder, de opresión porque son obligatorias, porque se pisotea la voluntad y libertad de los ciudadanos, porque se les obliga a escuchar y ver lo que muchas, muchísimas veces, no quieren oír ni ver.

Todos los gobiernos tienen derecho a usar los medios de comunicación en casos excepcionales para informar al pueblo. Generalmente no lo hacen porque la prensa se encarga de ese trabajo o porque, en algún programas especial, y muy de tarde en tarde, los gobernantes informan sobre sus proyectos, cuestiones de actualidad o realizaciones. Así se hacía en épocas recientes.

Dije que entre nosotros las cadenas están más que de moda…ya son muchas…demasiadas. Tenemos el récord en esta actividad estatal. Ganamos, incluso, a Venezuela…que ya es mucho decir.

Hasta el 30 de diciembre pasado, se habían registrado 233 cadenas nacionales. Hasta esa misma fecha se habían producido 155 enlaces presidenciales (llamadas por muchos “las sabatinas”).

Y lo curioso, en realidad no tiene nada de curioso, es que por días o momentos “muy oportunos” para el gobernante, se intensificaron considerablemente. A esto tendríamos que sumar la cantidad de propaganda que nos entra en casa por televisión y radio especialmente aprovechando momentos de gran sintonía nacional.

Como dato curioso se conoce que el presidente de México había utilizado seis cadenas nacionales y la presidenta de Argentina, 11, en un año. Y cuál ha sido el motivo de tanta cadena? Según el secretario de información del gobierno, “la necesidad de aclarar y desmentir tantos errores cometidos por la prensa corrupta”. (¿¿¿???).

Pero no creo que sea ninguna ofensa ni calumnia afirmar que muchas, muchísimas cadenas, han servido para “dejar en la lona”, utilizando términos populares, a todos aquellos que, de una forma o de otra, se manifiestan contrarios o no partidarios de las acciones de los gobernantes. Y eso sí que es sobrepasar los límites de la legalidad y la ética, sobre todo si dichas personas no tienen el derecho a defenderse cuando se han metido hasta con su vida privada. En esos momentos la palabra cadena, adquiere su total significado.

Estoy seguro que, situaciones como estas, no las soportarían en la mayoría de países libres y democráticos.

lunes, 4 de abril de 2011

Para muestra, basta un botón….o dos

Así dice el refrán muy sabiamente.

Algunos de los interrogantes que muchos nos hacemos son, por ejemplo, quién redactó las preguntas de la consulta y si se pensaron con las vísceras o con el cerebro. También surgen algunas otras como las que tienen que ver con la finalidad verdadera de las mismas.

Ahí va un botón. La pregunta número 1 de los temas generales dice: “Con la finalidad de combatir la corrupción, ¿Está usted de acuerdo que sea delito el enriquecimiento privado no justificado?” (el subrayado es mío). Hace días que algunos pensantes habían visto la dificultad para fijar límites reales, no subjetivos, entre enriquecimiento no justificado, injustificado o ilícito por parte de los jueces. Los problemas han salido a la luz y ahora el Señor Presidente dice que donde dice –no justificado-, él quiso decir –ilícito- pero que el Tribunal Constitucional cambió la redacción. Este Tribunal responde que ellos no cambiaron el texto de esa pregunta, que no lo tocaron. ¿Quién redactó la pregunta y con qué intención? Hay bases para pensar mal y verla dirigida hacia sujetos políticos determinados.

Segundo botón. La pregunta cuatro de los mismos temas generales dice textualmente: “Con la finalidad de evitar los excesos en los medios de comunicación, ¿Está usted de acuerdo que se dicte una ley de comunicación que cree un Consejo de Regulación que norme la difusión de contenidos en la televisión, radio y publicaciones de prensa escrita, que contengan mensajes de violencia, explícitamente sexuales o discriminatorios; y que establezca los criterios de responsabilidad ulterior de los comunicadores o los medios emisores?” Hace sólo unos días, el Señor Presidente manifestó que la pregunta es irrelevante e innecesaria para lo que se pretende en la ley. Vuelvo a preguntar ¿quién redactó las preguntas? Si son innecesarias o no están bien redactadas, ¿para qué las publican? ¿Tenemos que ir a votar por algo que no vale o no es necesario?

Y es que hablando de preguntas no necesarias, también hay otras, como aquella de que sea un delito el no afiliar al trabajador a la seguridad social. Ya lo es, según una de las acepciones del DRAE: 1. m. Culpa, quebrantamiento de la ley. ¿Para qué la pregunta?

Pero es que la palabrita “delito” tiene varias acepciones y es bueno leerlas detenidamente. Hay una que transcribo y dice así:. ~ político 1. m. Der. delito que establecen los sistemas autoritarios en defensa de su propio régimen

Cuidado, entonces, con la palabrita porque un gobierno la puede aplicar siempre que le convenga en beneficio propio

Creo haber escuchado una vez al Señor Presidente decir que la pregunta relacionada con la muerte de los animales, direccionada intencionalmente a la denominada fiesta taurina, fue sugerida por un grupo de jóvenes quiteños que se oponen al espectáculo. Es de suponer que no serán aquellos que arman los espectáculos de violencia en las cercanías de la plaza de toros para protestar por la muerte de los animales. Los noticieros de esos días han dado buena cuenta de todo aquello. Allí, enardecidos por el alcohol, no se respeta ni a los vecinos, ni a los transeúntes ni entre ellos mismos. Aún conservo en mi retina la imagen de alguien de ellos en el suelo y pateado de forma inmisericorde y brutal por el resto. ¿Por qué no se pregunta sobre la conveniencia o no de esa violencia?

Hemos nacido libres, los creyentes decimos que así nos quiso Dios. Es muy triste ver cómo algunas personas destrozan su vida y a veces las de los suyos, en vicios como el juego, el alcohol, las drogas... De todos formas es su decisión, su problema, su irresponsabilidad si se quiere decir así. ¿Habrá que normar también para estos casos prohibiendo el trago, por ejemplo? Pienso que no. Sin embargo se nos pide que normemos el funcionamiento de los casinos, mejor dicho, que los prohibamos. ¿Quiénes van allí? ¿Cuántos van? Si lo hacen, es su problema, es su fallo y deben atenerse a las consecuencias. Siento que se respira mucha demagogia en el ambiente y hasta un tufillo de fundamentalismo barato.

viernes, 25 de marzo de 2011

De coles a nabos…

Y la consulta popular, referéndum… viene. En Ecuador es obligatorio votar, algo que no se compadece con la libertad individual, especialmente en algunos casos.

Los datos cuentan que un porcentaje enorme no sabe ni siquiera cuántas preguntas son y menos cuál es su contenido. Algunas, como las dos primeras, parece fueron redactadas para expertos en el tema porque, el común de los mortales no entiende, no entendemos ese lenguaje y menos las intenciones…

¿Y entienden la que pregunta sobre el enriquecimiento dizque ilícito? Alguien se preguntaba sobre cuál es la frontera para que un juez (y no olvidemos que cada juez es un mundo…) califique con justicia lo que será enriquecimiento "no justificado", o "injustificado"o "ilícito" para que sea un delito. Los bienes raíces se justifican con escritura pública, los vehículos con la factura, ¿y lo demás? Nadie guarda papeles y recibos para justificar que su progreso económico tiene fuentes honradas. De todos modos ya existen leyes que sancionan lo incorrecto.

¿Hemos pensado cuántos son los que utilizan los casinos? El porcentaje debe ser mínimo en comparación con la población de ciudades como Quito o Guayaquil. ¿Se pretende, entonces, obligarnos a una forma de comportamiento porque al gobernante así le parece? El que tenga dinero y lo quiere poner en juego, es cosa suya. ¿O es que están de actualidad los talibanes?

El seguro de los trabajadores es obligatorio; eso lo saben patronos y trabajadores. Si alguno incumple, tiene sobre su cabeza, especialmente el empleador, la espada de Damocles. La experiencia lo confirma, las sanciones han sido muy altas hablando en términos monetarios. ¿Para qué, entonces, esta pregunta?

Y no hablemos de toros y gallos porque tal vez se escondan otros intereses detrás de la pregunta. No asisto a ese tipo de espectáculos, pero pienso que no puedo meterme en la decisión personal de quien sí va; sus razones tendrá. Tampoco me gusta el boxeo, más violento que lo anterior, ni sus derivaciones. ¿Será que estamos en un momento en que hay que dedicarse a prohibir todo aquello que al mandatario no le gusta?

En fin, escuché a un personaje relevante del régimen que dijo votaría todo sí porque respalda al presidente….o sea, respondo sí porque lo pregunta él.

¿Y se justifican 30 millones para preguntarnos algo que se puede resolver o intentar por la vía normal? Claro, la consulta, dicen, es la forma más democrática de gobierno. Y también el camino para buscar otra posible paliza a la oposición y tener un motivo más para mandar sin control porque se ganó una elección más….

¿Cuánto cree que vale su buen nombre o, para mejor entenderlo, su honra, su honor? Siempre se dijo que la honra de las personas no tiene precio. Pero ya ven que no es así. La de algunos vale, 300.000 dólares en algún caso, y hasta 10.000.000, sí, diez millones en otro, y hasta más. ¿Y la tuya y la mía cuánto valen? Las nuestras nada o casi nada, como tampoco la de las personas que han sido insultadas, vejadas, humilladas…públicamente en las sabatinas.

Los obispos, los curas…..a su iglesia, a lo espiritual…. ¿No son ciudadanos, entonces? ¿No pueden opinar sobre un evento social y político como una consulta? Bueno, sí pueden hacerlo si aplauden al que pregunta, de lo contrario, no. Pero el que pregunta, sí puede meterse en el trabajo de la iglesia y amenazar con expulsar a quienes, dice, no hacen trabajo social. ¿Pero no dicen que únicamente a lo espiritual deben dedicarse? Como que los cristianos fueran espíritus invisibles, claro, que ni comen ni trabajan, ni sufren…

“Cuarenta años ya son suficientes” rezaba una pancarta en la manifestación social-religiosa que se realizó en Sucumbíos. Pienso que sí, que 40 años son demasiados no sólo para Gadafi sino para un obispo también. Porque, sin desconocer el trabajo espiritual y social de la misión carmelita, 40 años, repito, crean dependencia y hasta rutina. Los cambios son buenos casi siempre. El no aceptar esto produce lo que se está viendo, el problemita de los primeros tiempos: yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cristo…. Un problema que San Pablo ayudó a solucionar fácilmente. Lean la carta.

jueves, 17 de marzo de 2011

Otro loco en el poder

Por: Ángel Lombardi
TalCualDigital.com Caracas. Opinión | 17/03/2011

En estos días de la Ira Árabe que está produciendo tantas noticias importantes y particularmente unas muy gratas como es la salida ignominiosa del poder de unos tiranos y dictadores cuya característica común era la larga permanencia en el poder, la corrupción y el desprecio por sus pueblos.
Sobresale en particular el libio Gadafi, espécimen modélico para la psiquiatría. Un especialista dice al respecto: "es imposible que Gadafi dé su brazo a torcer... no hay manera de cambiar sus ideas, ni siquiera funcionan los fármacos en esta gente... No tiene salida con su personalidad y sus circunstancias, no entra en su pensamiento ni la posibilidad de rendirse, ni exiliarse ni suicidarse... su única salida es la muerte...”
Gadafi, en estos momentos, es una persona enferma y trastornada, aislada de la realidad, desesperada. "Gadafi en estado paranoico". Este personaje de tragedia y risa, un poco como El Gran Dictador de Chaplin, con sus trajes estrafalarios, su narcisismo incurable y su exhibicionismo de nuevo rico, lleva atormentando a su pueblo 42 largos años (lo que no habla muy bien por cierto del pueblo libio)y es un corrupto de marca mayor, junto a su familia y asociados.
El ladrón mayor de Libia y asesino consuetudinario es el 5to inversionista por volumen de la bolsa de Milán, accionista del Juventus y de uno de los grandes bancos de Italia.
Tiene inversiones cuantiosas en Inglaterra, EEUU y otros países; por sus "ahorros" lo llaman "El primer capitalista del mundo".
Si algo ha ayudado a comprender la naturaleza del poder y su necesario control y desacralización es la psicohistoria. Uno de los últimos libros emblemáticos al respecto es La salud mental y los políticos, de José Cabrera, psiquiatra forense que sostiene que Gadafi está en la fase final de un "cuadro paranoide activo" y que, según otro especialista, lo incapacita para aceptar cualquier crítica o duda sobre su persona. Además es particularmente peligroso porque es un paranoico con poder y puede dar rienda suelta a sus creencias de superioridad, a su narcisismo y a sus miedos; tiene manía persecutoria y piensan que lo quieren matar.
Fidel Castro, en la misma línea de conducta psiquiátrica, se ha inventado el cuento de que ha sobrevivido a casi 700 intentos de asesinato, mientras que otros paranoides en el poder hablan recurrentemente de magnicidio. Como diría la sabiduría popular: cada loco con su tema. Suetonio, el autor romano de La Vida de los 12 Césares, hubiera disfrutado mucho con los locos de hoy en el poder, aunque él tuvo una muestra bastante significativa con Nerón y Calígula.
http://angellombardi.com

jueves, 17 de febrero de 2011

Otro temperamental…

Seguramente le conocen. Fue todo un espectáculo teatral, pero insulso, en aquel amago de juicio político que le plantearon al fiscal más elegante de toda la historia, al mejor vestido, al mejor actor y vocalizador de todos los fiscales, al más sexi; al que más edificios ha inaugurado con el dinero que le proporciona, a manos llenas, su gran amigo y compañero de aula; al que casi, casi, es lo único que ha hecho: hablar, agradecer, inaugurar, viajar… de fiscalizar, parece que casi nada.

Pero qué me pasó, se me fue la cabra al monte. Estábamos con aquel asambleísta que dirigió, dicen, a los forajidos. ¡Qué temperamental que es el hombre! Y su vocabulario es lindo…para la galería que sabe le aplaude y vibra con su ardor.

Dicen las malas lenguas que convirtió a una emisora en tribuna personal para vociferar sus ideas políticas (cosa que ahora considera como un pecado merecedor del infierno y de una ley de comunicación que controle a los periodistas-políticos…) sus denuncias y demás linduras. Dicen las malas lenguas que la emisora era el periodista y el periodista era la emisora….no había más.

Gritó y enardeció a sus oyentes hasta botar al gobernante y convertirse en poco tiempo más, en un “valiente y generoso defensor de la causa…” También dicen esas malas lenguas corruptas y vendidas al poder económico de no se sabe quién ni en qué sitio del continente, que la emisora amiga hizo buenos contratos con el papá gobierno….para ensalzar la obra de la revolución, por supuesto. Pero que nadie sabe dónde está ese dinero o en qué se gastó.

Y el temperamental radiodifusor vuelve a gritar, a insultar, a retar (no sabemos si a duelo con espada o con guantes) al pobre diablo que se atrevió a investigar sus andanzas como periodista radial y asambleísta, a la vez.

No cabe duda que nuestro temperamental personaje tiene barra en aquel ring. Por supuesto que no necesita quien lo defienda, es muy valiente él, basta que suelte su lengua….pero le defendieron, le protegieron desde los niveles del cuadrilátero, perdón, del semicírculo y desde lo más alto (otra vez perdón, que no estoy hablando del alto cielo…).

Luego de todo este lío, de este teatro….los trapos sucios se van al limbo y end. Todo fue una patraña preparada por los “sicarios de tinta” y no ha motivo de más investigación porque las denuncias ya reposan en paz (no sabemos hasta cuándo) en el limbo de los justos. El “llorón” quedó como el feo y tonto de la película y la revolución triunfó, una vez más, de los oportunistas y buscadores de pantalla…..¡Cómo van a creer estos desnutridos, corruptos y envidiosos que les vamos a ceder la tribuna! El teatro, el escenario y los actores son, en su totalidad, de nuestra compañía y no queremos competencia alguna en el camino.

Todo parecido con la realidad es pura coincidencia


Médicos de la antigüedad como Hipócrates (460-370 aec) y Galeno (129-200) distinguían cuatro tipos de temperamentos, considerados como emanación del alma por la interrelación de los diferentes humores del cuerpo (sustancias básicas –líquidos-, cuyo equilibrio indica el estado de salud de la persona. Estos fueron identificados como bilis negra, bilis, flema y sangre.):

1.- Sanguíneos, las personas con un humor muy variable.

2.- Melancólicos, personas tristes y soñadoras.

3.- Coléricos, personas cuyo humor se caracterizaba por una voluntad fuerte y unos sentimientos impulsivos, en las que predominaba la bilis amarilla y blanca.

4.- Flemáticos, personas que se demoran en la toma de decisiones, suelen ser apáticas, a veces con mucha sangre fría, en las cuales la flema era el componente predominante de los humores del cuerpo.

La ciencia moderna puede explicar el tema de forma distinta, pero la realidad no ha cambiado. Nacemos con el predominio de alguno de esos humores y a veces mezclados. Así somos, dirán algunos, pero es cierto que las manifestaciones de esos humores pueden ser educados hasta cierto punto.

Lo que nos preocupa es si un flemático, por ejemplo, es la persona apropiada para cualquier tipo de trabajo o responsabilidad, sin decir con ello que sea negado para el caso. Sin embargo, la experiencia nos dice que no todos los temperamentos son buenos para todo cargo. Raro que encontremos un cirujano, un dentista, un filósofo, un inventor, un matemático o un relojero colérico.

HABLEMOS DEL COLÉRICO.-

El colérico es de un temperamento ardiente, ágil, activo y de voluntad fuerte, se cree autosuficiente y muy independiente. Le resulta fácil tomar decisiones por su cuenta y por cuenta de los otros también.

Para el colérico la vida es actividad. Posee una mentalidad práctica y aguda y por eso toma decisiones útiles en forma instantánea y acertada a veces.

Al colérico no le asustan las adversidades ni la presión de la opinión ajena. El colérico es un líder nato, natural, fuerte.

Su aspecto emocional es el menos desarrollado. No siente compasión por otros fácilmente, ni lo demuestra ni lo expresa. Busca preferentemente valores más utilitarios y productivos.

El colérico tiende a ser dominante, autocrático y autoritario y usa a la gente sin vacilación a fin de lograr sus fines. Tiene una mente bien organizada aunque le aburren los detalles.

Toda profesión que requiera liderazgo y productividad es adecuada para el colérico. Le gustan las tareas de construcción porque es una actividad muy productiva. El colérico es desarrollista por naturaleza, sueña con construcciones y maquinarias abriendo caminos

Como los coléricos son malos para delegar responsabilidades, terminan haciéndolo todo ellos mismos. No es perfeccionista, prefiere hacer muchas cosas bastante bien que pocas perfectas.

El colérico se desenvuelve muy bien en el comercio, en la enseñanza de asignaturas prácticas, en la política, en funciones militares…

El colérico es tan optimista que rara vez fracasa, excepto en su propia casa.

DEBILIDADES DEL COLÉRICO.-

El enojo y la hostilidad. El colérico es extremadamente hostil. Algunos aprenden a controlar su ira, pero siempre es una posibilidad en ellos el fácil estallido. Comprueban fácilmente que sus estallidos asustan y los usan como forma de conseguir lo que quieren, es decir, salirse con la suya.

El enojo del colérico es peligroso. Puede herir a los demás con toda intención y gozarse de haberlo hecho.

El colérico da portazos, golpea la mesa, grita en el micrófono sin discreción. Cualquier cosa que se cruce en su camino y que deje funcionar a su gusto, experimentará los efectos de su cólera.

Al colérico no se le pasa el enojo tan fácilmente, puede arrastrar su encono durante un tiempo increíblemente largo. Será por eso que a los cuarenta años de edad anda con úlceras estomacales.

Cruel, cortante y sarcástico. Nadie pronuncia con su boca comentarios más ácidos que el colérico, y siempre está preparado para un comentario cortante que es capaz de aniquilar a los que se sienten inseguros y demoler a los menos combativos. A su paso va dejando una estela de casos psíquicos y de personas heridas .

Frío y sin afecto. El colérico es el que evidencia menos afecto y se neutraliza ante la idea de hacer alguna demostración pública de afecto; su rigidez emocional rara vez le permite derramar lágrimas.

Insensible y desconsiderado. Paralelamente a su natural falta de amor, es la tendencia a ser insensible a las necesidades de los demás y desconsiderado acerca de sus sentimientos.

Porfiado y terco. Toma decisiones rápidamente, sin consideración y análisis adecuados, y una vez que lo ha hecho es prácticamente imposible que cambie de parecer. Es neutral en muy pocas cosas y terco en todas.

Astuto y dominador. Una de las características del colérico es su inclinación a proceder con astucia para lograr lo que quiere. Rara vez acepta un no como respuesta y con frecuencia recurre a cualquier medio para alcanzar su meta. Si tiene que adulterar las cifras o las realidades y torcer la verdad, rara vez vacila, porque el fin justifica los medios. Cuando necesita un favor se convierte en un sanguíneo con su gran capacidad persuasiva, pero en el momento que se le da lo que busca, se olvida de que le conoció.

Resumiendo en pocas palabras, diríamos que el colérico: habla demasiado, emite opiniones infundadas, enojadizo por naturaleza, déspota…pero siempre justifica sus acciones.

La combinación de sanguíneo-colérico acarrea más aspectos negativos. Si la persona no ha tenido una buena educación moral, espiritual, y un equilibrio social dentro y fuera del hogar, se convertirá en un hablador extremo, chabacano, resentido, dogmático, ruidoso, precipitado, imprudente, descuidado y olvidadizo. Si no ha cultivado sus habilidades intelectuales, se volverá una persona superficial, mandona e intolerante, con un vocabulario hiriente y mordaz.

La pregunta que nos hacemos es sencilla: ¿Es un colérico la persona más apropiada para ocupar la responsabilidad de dirigir un país? Cada uno tiene su respuesta.



Y se fue otro….. ¿Quién sigue?

Como decía uno: “la cosa está que arde por aquellos lugares”. Sin duda que tal es la impresión que el mundo tiene sobre una lista de regímenes africanos y del Medio Oriente. Primero Ben Alí, ahora Hosni Mubarak.

Para quienes somos observadores lejanos, Mubarak era todo un personaje, un excelente interlocutor entre el mundo árabe e Israel. Muchas reuniones presidió con estos fines en tierras egipcias. Después de todo, da la impresión que se confiaba en él.

Tal vez fue esta faceta del exgobernante egipcio la que hizo que tuviera aliados en el mundo entero. Eso parece, al menos, que sucedía con la Unión Europea y Estados Unidos. Pero, claro, bien dicen que la procesión va por dentro.

Una vez más se cumple el dicho: el poder corrompe y si es por mucho tiempo y absoluto, corrompe absolutamente. En el mundo del internet, de las redes sociales, de las comunicaciones al instante, de la telefonía móvil, la gente ya no se come el cuento del gobernante bondadoso que se sacrifica por su país y por eso decide luchar hasta que la muerte o los achaques se lo impidan… porque resulta que no hay otro mejor…

La democracia no es la panacea, pero es la forma menos mala de gobernar, de poder convivir entre humanos, de respetarnos personal e ideológicamente hablando. La alternabilidad en el mando proporciona la oportunidad para que nuevas figuras, nuevos partidos, nuevas personas puedan plasmar sus buenas o equivocadas ideas de gobierno. El tiempo y las actitudes se encargan de hacer reflexionar a la gente sobre su elección.

Pero digo yo que alguna dulzura especial tienen que sentir estos gobernantes cuando les cuesta tanto dejar el puesto y prefieren ver a sus pueblos reclamando en las calles, corriendo sangre, pisoteando los derechos de las personas…

Y al fin, ya se sabe: los años, la corrupción, el poder, el abuso, la indecencia, los compadrazgos, los aduladores….permiten que el gobernante se llene de ambición y dinero. ¡Qué fácil es hacerse rico desde esos puestos! Hasta se puede pagar un millón de dólares a una artista por interpretar cuatro canciones que al hijo del jefe le encantan.

¿Y quién será el siguiente? Por aquellas latitudes quedan mandatarios que llevan muchos, muchos años haciendo de salvadores del pueblo, enriqueciéndose descaradamente y dando, ante el mundo, ostentación de poder, de riqueza, espectáculos de risa, que avergüenzan a cualquier persona sensata. Basta observar al presidente de Libia.

No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Lástima que, mientras tanto, mucha gente tenga que sufrir la influencia del abuso y del poder. A mirarse al espejo una vez más, aprendices de emperador de nuestro mundo americano. Por aquí tenemos alguno que los quiere emular y luego de doce años de manipular a su pueblo, teniendo en sus manos el chorro de dólares que le proporciona el petróleo…todavía no soluciona nada o casi nada.

La explosión de un oculto descontento o

El derrocamiento de Ben Alí

Veintitrés años ganando elecciones hasta por el 99.9% de los votos según los informes de los organismos respectivos.

Así, con esa cara de bonachón, de padre bondadoso, de salvador y orientador de la nación tunecina. Todo era paz y tranquilada (aparentes, por lo visto). Un país rico en cereales, en aceite, últimamente en vino y conocido por sus deliciosos dátiles.

El culto a la personalidad era notorio al turista. La foto de Ben Alí estaba en todas partes: en lugares públicos, a la entrada de las ciudades, en las oficinas de todo tipo, en la recepción de los hoteles, en los postes del alumbrado público cuando, con frecuencia notoria, se celebraban festivales en las ciudades, hasta en los baños de lugares notables y tal vez en los otros.

Unos le veneraban, otros pasaban de él. Y un grupo de jóvenes preparados e inconformes con la no alternabilidad del gobierno, cocinaban desde hace tiempo lo que se vio en los últimos días.

Y es que la regla tendrá sus excepciones pero en el caso presente parece ser que la norma se cumple una vez más: el poder corrompe y si el poder es absoluto, corrompe absolutamente.

Lo de siempre: el que se cree un mesías recorta las libertades, no le importan las injusticias sociales, la corrupción se instala en su casa y allegados y, para mantener la situación están los militares cuyos jefes se convierten en fieles servidores de su presidente olvidándose de sus reales objetivos.

“A la derecha, ven ustedes una de las casitas de nuestro amado presidente……”, decía con sorna manifiesta el guía turístico, un joven preparado e inconforme con la situación. Pues sí, era una de las “casitas”, porque tenía más.

Qué pena que el poder ciegue tanto a los gobernantes. Al parecer sólo escuchan a quienes les interesa la situación y no le cuentan jamás las manifestaciones de descontento que comienzan a aparecer hasta que explotan de mala manera.

Algunos gobernantes africanos sin duda que se habrán mirado al espejo de su colega y, si son inteligentes, deberán iniciar un camino de cambios políticos y sociales. Todos los que llevan más tiempo que el depuesto presidente, viven como príncipes y hasta con actitudes fuera de lo normal por sus exageraciones en gastos y lujos.

Algunos mandatarios de este lado del charco también tendrán que mirarse en el mismo espejo. El pueblo, al que no sabemos cómo, anestesian con bonos, discursos, sonrisas y ataques al pasado……poco a poco va despertando. La anestesia no dura indefinidamente.

Ojalá que Túnez se encamine por la senda correcta de libertad, justicia y unidad de sus ciudadanos.

Recuerdo con agrado a ese país y sus riquezas naturales y culturales.