CUANDO EL PODER SE ENCERRÓ EN UNA BURBUJA
burbuja
(buɾ'βuxa)
sustantivo femenino
sustantivo femenino
1. ampolla de aire, globo que se
forma dentro de un líquido.
2. figurativo situación de la persona que se aísla del mundo que
la rodea.
El dueño de la verdad
entró para no salir en la burbuja. Allí el ambiente es totalmente diferente al
del exterior. Se puede ver hacia fuera; imposible enterarse de lo que pasa en
su interior. El dueño de la verdad se instaló en ese ambiente, eso dicen.
Algunos piensan que es una de tantas estrategia del
poder institucional que hace las veces de revolucionario pero que ha puesto las
bases de unas formas sociológicas que colindan y sobrepasan una mínima ética
democrática; por otro lado ha desinstitucionalizado y dividido a su antojo y
conveniencia casi todo. Divide y vencerás, dice el refrán.
Hay un solo
poder, el suyo, porque él es, en definitiva, el dueño de todas las voluntades. En
realidad estamos frene a un teatro de
marionetas. Desde el interior de la burbuja pareciera que ni ve ni oye ni
siente. Pero no, la tecnología le permite monitorear todo lo que se mueve en el
exterior, le permite ver….todo de un color, incluso el asfalto de las
carreteras. También oye y hasta escucha por los oídos atentos de sus
incondicionales servidores. Por eso rompe papeles, enseña fotos, amenaza,
juzga, castiga, sanciona…; perdón, esto último lo hacen los jueces más
imparciales. ¿Siente? Lo que le conviene. Desde luego parece que en la burbuja
se va endureciendo el corazón poquito a poco. Será por eso que, mientras él
baila y canta a un personaje siniestro, protegido por varios anillos de
policías, militares y perros, sus
servidores, armados hasta los dientes, apalean hasta que corra la sangre, a
quienes intentan llegar hasta la burbuja por si pueden contarle sus preocupaciones…
Y desde el ambiente propicio a sus
intenciones pero falso de toda falsedad, detalla, siguiendo la historia de
otros poseedores de la verdad… su plan mesiánico para una tierra sin historia,
sin compromiso, sin ley…Una tierra que, recién ahora, tiene nombre porque se lo
empezó a dar su salvador aunque no termine nunca de completarlo….por eso
planificó la eternidad de 300 años en el poder…
Detallemos el plan macabro que desde la
burbuja se puso a funcionar. Primeramente él es el salvador de cosas y personas.
Tiene una misión histórica. Su gobierno es el bien supremo y está por encima de
cualquier formalidad legal o constitucional. Cualquier irregularidad (por
escandalosa y cínica que sea) es una pequeñez cuando se la compara con ese bien
supremo que derrama sobre su pueblo con infinito amor... Además, es necesario
tener a su gente, a la que vive fuera de la burbuja, en constante zozobra y
alerta. No por nada anda suelta por ahí la espada de Bolívar… y los otros
espadachines de la restauración conservadora, dicen. Desde la burbuja el dueño de la verdad insiste,
a tiempo y a destiempo, porque tiene los medios para hacerlo, en la creación de enemigos internos: políticos, empresarios,
banqueros, periodistas, movimientos sociales, ONGs, líderes sociales e
indígenas, ecologistas infantiles… Estos enemigos representan siempre la posibilidad
de librar una nueva batalla y obtener otra victoria.
Y como los tiempos cambian y las
circunstancias también, aquellos discursos pletóricos de democracia
alternativa, ya no valen para la vida en la burbuja. Por eso el poder no se
devuelve. Pensar en lo contrario es infantil y de mentalidades pasadas de moda.
La mentira ha sido la norma de sus mentores políticos. El dueño de la verdad y
con él quienes usufructúan de su ideología personalísima…se sacrificarán para
seguir al frente de este rebaño errante y sin pastor hasta que llegó él. La
permanencia indefinida no se discute porque es una condición para llevar a su
pueblo a la felicidad completa, que para eso trabaja también el ministerio del
buen vivir…
Sus mentores históricos, en mala hora
llegados al planeta, necesitaron siempre masas de militantes sumisas y
obedientes. Y la ceguera del rebaño partió siempre de un acto de fe en el dueño
de la verdad y pontífice máximo: confíen en mí, yo sé lo que hago y lo que
tengo que hacer, nosotros (en su utilización mayestática) tenemos la verdad…así
que no duden nunca. El dueño de la verdad se presenta como un oráculo, como demiurgo
que recrea el universo y lo ordena, él es el líder que explica todo y responde
por todo. En su discurso dice que puede equivocarse. Pero lo le importan sus
equivocaciones…
Este proyecto no se equivoca, no puede
equivocarse, simplemente sus mentores tienen la verdad, la única verdad. Todo
lo demás es volver al pasado en el que nadie, ni por casualidad, hizo nada
bueno. El mesías redentor llegó para no irse. El proyecto tiene la fuerza de un
tsunami, nadie lo detiene… ¿Y las víctimas? Bueno, como dijo alguien, nadie
hace una tortilla sin romper huevos… Este proyecto no corrige porque no se
equivoca. Si alguien detecta algún error, ni se le escucha y mucho menos se
dialoga con él porque simplemente estamos
frente a un enemigo y traidor del plan.
Ninguno de sus mentores de la burbuja
fue impopular. Sondeos, encuestas….y hasta elecciones “democráticas” se acercan
a un ciento por ciento de popularidad. Resulta que desde la burbuja se pueden
resignificar los conceptos y hasta los números. El dueño de la verdad amaba los
plebiscitos, había que escuchar a los mandantes, decía. Pero desde que se
instaló en la burbuja, esas son tonterías de una democracia derechista trasnochada
que ya no sirven. ¿Será que tal vez no le favorezcan? Eso, desde el interior,
como que no se advierte. Hay serias dudas de que los que protegen la burbuja
desde el exterior no adviertan la realidad. De todos modos el que manda, el que
posee la verdad está en el interior y desde allí se ordena lo que se debe decir
y publicar.
Como ha ganado todas las elecciones puede
hacer lo que le parezca. Dice el dueño de la verdad. Y así, lo que ayer se
promocionaba y se escribía en la Gran Normativa de la nación, hoy se prohíbe,
se rechaza….porque el soberano mandante ya decidió en las urnas y para toda la eternidad.
Por lo tanto, todo es lícito, dicen, pero no para los cuatro gatos que no han
ganado nunca nada. Todo se grita y ordena desde el interior y se amplifica al
espacio. ¿Quiénes dicen? Ellos. ¿Quiénes aprueban? Ellos. Tienen todo el
derecho a hacerlo, dicen.
No hay nada ni nadie que justifique una
duda, una crítica, una explicación dicha o pedida desde el exterior de la
burbuja. No hay motivo ninguno. Todo está bien hecho. Confíen en mí, repite el
mesías desde el interior de la burbuja. En esta democracia no hay
equivocaciones. Sólo desde allí dictaminan lo que es legal, legítimo y constitucional.
Desde la burbuja resignifican palabras, contextos, causas, consecuencias…,
hasta la realidad-real puede ser cambiada como por arte de magia. Antes de
ellos, la oposición era un deber. Después de ellos, es casi un delito.
Hablar de alternancia en el poder para
quien entró en la burbuja es sinónimo de delito. Cualquier opinión contraria a
su pensamiento significa desestabilización. Y pensándolo bien es verdad. La
cercanía física o mental de semejantes ideas, las de la alternancia en el
poder, ponen en riesgo físico la burbuja y a quienes en ella sueñan. Sueños
que, si iniciamos una mirada retrospectiva y actual, llevaron a los países a
experiencias mortíferas.
En fin, la mentira, el engaño sirven
para abordar la burbuja del poder. Ahí tenemos vivitos y coleando algunos
ejemplares. Y luego, desde el ambiente tan fuera de lo natural como es el de la
burbuja, siguen mintiendo, llenando las mentes del rebaño con las constantes
cuñas publicitarias enviadas por tantos medios obedientes y sumisos al
pensamiento del dueño de la verdad y preparadas por personajes lúgubres y
temibles pero que tienen la bendición del mesías. Unos despilfarran los dineros
del país regalando a los amigos, logrando incondicionales con lo que no les pertenece;
otros utilizando esclavos para incrementar las arcas del gobierno, ni siquiera
del Estado. No importa que dichos esclavos se llamen médicos, entrenadores,
profesores… Otros, un poco más listos, al menos en apariencia, gastan hasta lo
que no tienen en obra pública y hasta suntuaria, intentando con ello cerrar la
boca a todo el que tenga alguna inquietud… Pero al final, todo se derrumba
porque las arcas se vacían y la mentira se vuelve imposible de ocultar.
Mientras tanto, no importa quien caiga en el camino, al fin no pasan de ser
unos adefesios, vagos, indios derrotados manipulados por los de siempre…, y es
que no podemos olvidar que para hacer una tortilla hay que romper algunos
huevos…
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