domingo, 23 de agosto de 2015



CUANDO EL PODER SE ENCERRÓ EN UNA BURBUJA
burbuja
(buɾ'βuxa)                                         
sustantivo femenino
1. ampolla de aire, globo que se forma dentro de un líquido.
2. figurativo situación de la persona que se aísla del mundo que la rodea.

El dueño de la verdad entró para no salir en la burbuja. Allí el ambiente es totalmente diferente al del exterior. Se puede ver hacia fuera; imposible enterarse de lo que pasa en su interior. El dueño de la verdad se instaló en ese ambiente, eso dicen.
Algunos piensan que es una de tantas estrategia del poder institucional que hace las veces de revolucionario pero que ha puesto las bases de unas formas sociológicas que colindan y sobrepasan una mínima ética democrática; por otro lado ha desinstitucionalizado y dividido a su antojo y conveniencia casi todo. Divide y vencerás, dice el refrán.
 Hay un solo poder, el suyo, porque él es, en definitiva, el dueño de todas las voluntades. En realidad estamos frene a  un teatro de marionetas. Desde el interior de la burbuja pareciera que ni ve ni oye ni siente. Pero no, la tecnología le permite monitorear todo lo que se mueve en el exterior, le permite ver….todo de un color, incluso el asfalto de las carreteras. También oye y hasta escucha por los oídos atentos de sus incondicionales servidores. Por eso rompe papeles, enseña fotos, amenaza, juzga, castiga, sanciona…; perdón, esto último lo hacen los jueces más imparciales. ¿Siente? Lo que le conviene. Desde luego parece que en la burbuja se va endureciendo el corazón poquito a poco. Será por eso que, mientras él baila y canta a un personaje siniestro, protegido por varios anillos de policías, militares y perros,  sus servidores, armados hasta los dientes, apalean hasta que corra la sangre, a quienes intentan llegar hasta la burbuja por si pueden contarle sus preocupaciones…
Y desde el ambiente propicio a sus intenciones pero falso de toda falsedad, detalla, siguiendo la historia de otros poseedores de la verdad… su plan mesiánico para una tierra sin historia, sin compromiso, sin ley…Una tierra que, recién ahora, tiene nombre porque se lo empezó a dar su salvador aunque no termine nunca de completarlo….por eso planificó la eternidad de 300 años en el poder…
Detallemos el plan macabro que desde la burbuja se puso a funcionar. Primeramente él es el salvador de cosas y personas. Tiene una misión histórica. Su gobierno es el bien supremo y está por encima de cualquier formalidad legal o constitucional. Cualquier irregularidad (por escandalosa y cínica que sea) es una pequeñez cuando se la compara con ese bien supremo que derrama sobre su pueblo con infinito amor... Además, es necesario tener a su gente, a la que vive fuera de la burbuja, en constante zozobra y alerta. No por nada anda suelta por ahí la espada de Bolívar… y los otros espadachines de la restauración conservadora, dicen.  Desde la burbuja el dueño de la verdad insiste, a tiempo y a destiempo, porque tiene los medios para hacerlo, en la creación  de  enemigos internos: políticos, empresarios, banqueros, periodistas, movimientos sociales, ONGs, líderes sociales e indígenas, ecologistas infantiles… Estos enemigos representan siempre la posibilidad de librar una nueva batalla y obtener otra victoria.
Y como los tiempos cambian y las circunstancias también, aquellos discursos pletóricos de democracia alternativa, ya no valen para la vida en la burbuja. Por eso el poder no se devuelve. Pensar en lo contrario es infantil y de mentalidades pasadas de moda. La mentira ha sido la norma de sus mentores políticos. El dueño de la verdad y con él quienes usufructúan de su ideología personalísima…se sacrificarán para seguir al frente de este rebaño errante y sin pastor hasta que llegó él. La permanencia indefinida no se discute porque es una condición para llevar a su pueblo a la felicidad completa, que para eso trabaja también el ministerio del buen vivir…
Sus mentores históricos, en mala hora llegados al planeta, necesitaron siempre masas de militantes sumisas y obedientes. Y la ceguera del rebaño partió siempre de un acto de fe en el dueño de la verdad y pontífice máximo: confíen en mí, yo sé lo que hago y lo que tengo que hacer, nosotros (en su utilización mayestática) tenemos la verdad…así que no duden nunca. El dueño de la verdad se presenta como un oráculo, como demiurgo que recrea el universo y lo ordena, él es el líder que explica todo y responde por todo. En su discurso dice que puede equivocarse. Pero lo le importan sus equivocaciones…
Este proyecto no se equivoca, no puede equivocarse, simplemente sus mentores tienen la verdad, la única verdad. Todo lo demás es volver al pasado en el que nadie, ni por casualidad, hizo nada bueno. El mesías redentor llegó para no irse. El proyecto tiene la fuerza de un tsunami, nadie lo detiene… ¿Y las víctimas? Bueno, como dijo alguien, nadie hace una tortilla sin romper huevos… Este proyecto no corrige porque no se equivoca. Si alguien detecta algún error, ni se le escucha y mucho menos se dialoga con él porque simplemente  estamos frente a un enemigo y traidor del plan.
Ninguno de sus mentores de la burbuja fue impopular. Sondeos, encuestas….y hasta elecciones “democráticas” se acercan a un ciento por ciento de popularidad. Resulta que desde la burbuja se pueden resignificar los conceptos y hasta los números. El dueño de la verdad amaba los plebiscitos, había que escuchar a los mandantes, decía. Pero desde que se instaló en la burbuja, esas son tonterías de una democracia derechista trasnochada que ya no sirven. ¿Será que tal vez no le favorezcan? Eso, desde el interior, como que no se advierte. Hay serias dudas de que los que protegen la burbuja desde el exterior no adviertan la realidad. De todos modos el que manda, el que posee la verdad está en el interior y desde allí se ordena lo que se debe decir y publicar.
Como ha ganado todas las elecciones puede hacer lo que le parezca. Dice el dueño de la verdad. Y así, lo que ayer se promocionaba y se escribía en la Gran Normativa de la nación, hoy se prohíbe, se rechaza….porque el soberano mandante ya decidió en las urnas y para toda la eternidad. Por lo tanto, todo es lícito, dicen, pero no para los cuatro gatos que no han ganado nunca nada. Todo se grita y ordena desde el interior y se amplifica al espacio. ¿Quiénes dicen? Ellos. ¿Quiénes aprueban? Ellos. Tienen todo el derecho a hacerlo, dicen.
No hay nada ni nadie que justifique una duda, una crítica, una explicación dicha o pedida desde el exterior de la burbuja. No hay motivo ninguno. Todo está bien hecho. Confíen en mí, repite el mesías desde el interior de la burbuja. En esta democracia no hay equivocaciones. Sólo desde allí dictaminan lo que es legal, legítimo y constitucional. Desde la burbuja resignifican palabras, contextos, causas, consecuencias…, hasta la realidad-real puede ser cambiada como por arte de magia. Antes de ellos, la oposición era un deber. Después de ellos, es casi un delito.
Hablar de alternancia en el poder para quien entró en la burbuja es sinónimo de delito. Cualquier opinión contraria a su pensamiento significa desestabilización. Y pensándolo bien es verdad. La cercanía física o mental de semejantes ideas, las de la alternancia en el poder, ponen en riesgo físico la burbuja y a quienes en ella sueñan. Sueños que, si iniciamos una mirada retrospectiva y actual, llevaron a los países a experiencias mortíferas.
En fin, la mentira, el engaño sirven para abordar la burbuja del poder. Ahí tenemos vivitos y coleando algunos ejemplares. Y luego, desde el ambiente tan fuera de lo natural como es el de la burbuja, siguen mintiendo, llenando las mentes del rebaño con las constantes cuñas publicitarias enviadas por tantos medios obedientes y sumisos al pensamiento del dueño de la verdad y preparadas por personajes lúgubres y temibles pero que tienen la bendición del mesías. Unos despilfarran los dineros del país regalando a los amigos, logrando incondicionales con lo que no les pertenece; otros utilizando esclavos para incrementar las arcas del gobierno, ni siquiera del Estado. No importa que dichos esclavos se llamen médicos, entrenadores, profesores… Otros, un poco más listos, al menos en apariencia, gastan hasta lo que no tienen en obra pública y hasta suntuaria, intentando con ello cerrar la boca a todo el que tenga alguna inquietud… Pero al final, todo se derrumba porque las arcas se vacían y la mentira se vuelve imposible de ocultar. Mientras tanto, no importa quien caiga en el camino, al fin no pasan de ser unos adefesios, vagos, indios derrotados manipulados por los de siempre…, y es que no podemos olvidar que para hacer una tortilla hay que romper algunos huevos…

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